El anteproyecto de ley integral por la protección de la libertad sexual y contra las violencias sexuales, impulsado por la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha abierto una nueva espita de disenso en el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos.
En una semana crucial para el Ejecutivo, por la significación feminista del 8-M, Día Internacional de la Mujer, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha tenido que actuar de urgencia para salvar la norma y que llegue en tiempo y, sobre todo, en forma al Consejo de Ministros que se celebrará este martes.
El texto legal, en la versión del equipo de la ministra morada, arrastraba unas «deficiencias notables» que obligaron al Ejecutivo a modificar y retocar el texto hasta este lunes por la tarde. Contra el reloj. «Las prisas con las que se ha tenido retocar el texto ha sido lo peor. Lo más lamentable: la premura», explican fuentes gubernamentales a EL MUNDO.
«Se está trabajando para que mañana [por este martes] lo vea el Consejo de Ministros», aseguraron a este diario fuentes del Ejecutivo. Tanto la Vicepresidencia Primera como el Ministerio de Justicia han contribuido a mejorar el texto para que llegue a tiempo, ya que encontraron errores y vieron que invadía competencias de las autonomías, que son las encargadas de gestionar la educación y la asistencia social, materias en las que entraba el primer borrador que elaboró Montero.
La revisión por parte de la Vicepresidencia Primera y de Justicia es un procedimiento habitual, explican las fuentes consultadas que, reconocen, no obstante, que esta vez la poda ha sido mayor, ante el problema que generaba para los socialistas el texto de Irene Montero.
LAS ‘DEBILIDADES’ DE LA ‘LEY MONTERO’
En concreto, se ha tenido que adaptar el anteproyecto de Ley a las directrices emanadas del Convenio de Estambul para que el consentimiento sea la clave para determinar una violación y no dependa de la intimidación y la violencia. Es el aspecto más conocido de la ley.
Además, se ha tenido que analizar la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre los delitos sexuales después de que la doctrina del Alto Tribunal fuese modificada a raíz del polémico caso de La Manada.
Asimismo, otra de las cuestiones en las que se ha trabajado a contrarreloj es sobre la proporcionalidad de las penas debido a que, al eliminarse la figura del abuso en el Código Penal, se han introducido en el anteproyecto legal los subtipos delictivos agravados.
Por otro lado, fuentes conocedoras de las modificaciones que ha sufrido el texto inicial presentado por el equipo de la ministra Montero explican que uno de los puntos más peliagudos de estudio ha sido la ampliación de las competencias de los «juzgados especializados» en violencia de género. Asimismo, el texto entraba en aspectos reservados a la ley de la infancia al afectar a menores de 16 años y establecía delitos inexistentes como el sexting.
Desde Ferraz se puntualiza que la reforma de los delitos sexuales es un tema con el que se quiere hacer bandera feminista, pero sin politizarlo. El PSOE entiende que al ser «una ley fundamental para el Gobierno de coalición y muy socialista» no podían presentarla en el Consejo de Ministros sin haberla adecentado antes, ya que pecaba de falta de rigor.
UNA NORMA «VITAL PARA PODEMOS»
«La reforma del Código Penal es una cuestión muy seria», subrayan. Aunque, eso sí, los socialistas consultados rebajan el alcance del desencuentro con los morados. Precisamente, porque la ley es «vital para Podemos«, también, de manera que no se ha prestado a las modificaciones.
De hecho, la propia Irene Montero aseguró este lunes que su propuesta inicial ha sufrido «cambios» y ahora es «un borrador depurado». «Todas las leyes se elaboran en proceso de diálogo con todos los ministerios implicados», afirmó, antes de añadir que la norma llega al Consejo de Ministros «consensuada».
«El Gobierno está orgullosísimo de esta ley», subrayó a la par que destacó que «es inexacto completamente decir que se bajan las penas, porque hay penas que se introducen o, las penas de acoso por ejemplo, todas suben».
En febrero, en Podemos ya reconocieron «discrepancias» en el seno del Ejecutivo -sobre todo entre Montero y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo– respecto a esta norma, coincidiendo con la decisión del Gobierno de hacer un paquete de reformas dentro del Código Penal en el que se incluyera también la revisión del delito de sedición.
MALESTAR EN EL PSOE
En estos últimos días ha habido malestar en el PSOE por la falta de nivel del texto. Por ejemplo, la ex diputada socialista que fue portavoz de Igualdad cuando se suscribió el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, Ángeles Álvarez, que es un referente feminista del partido, cargó con dureza contra Podemos.
«Una ley es algo serio. Siento que mi partido tenga que corregir a Irene Montero». «Las políticas de igualdad no pueden ser el laboratorio de aprendizaje de Podemos, poniendo en riesgo el compromiso social con la igualdad entre mujeres y hombres», atizó, desde su cuenta de Twitter.
Una ley es algo serio. Siento que mi partido tenga que corregir a Irene Montero. Las políticas de igualdad no pueden ser el laboratorio de aprendizaje de PODEMOS, poniendo en riesgo el compromiso social con la Igualdad entre mujeres y hombres.
Asimismo, las distintas fuentes del Gobierno consultadas explican que el anteproyecto que avalará el Consejo de Ministros pasará después a informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Consejo de Estado y Consejo Fiscal. Aunque dichos dictámenes son preceptivos, pero no vinculantes, en Moncloa confían en que dichos informes también ayuden a mejorar el texto legal antes de pasar a una segunda vuelta del Consejo de Ministros y ver la luz verde definitiva.
Junto a la reforma de los delitos sexuales, otros asuntos como la política de asilo, el reforzamiento de las vallas de Ceuta o Melilla o las devoluciones en caliente -avaladas por una sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo- han destapado distintas fisuras de calado en la coalición de izquierdas.
Además, los citados choques se produjeron sin que las comisiones de seguimiento gubernamental y parlamentaria de la coalición fueran capaces de sellar las grietas.