El incremento de las conferencias digitales a raíz de la pandemia de la COVID-19 se ha visto acompañado de otro fenómeno: la irrupción no deseada de piratas informáticos en estos encuentros online, según indicó este martes el Buró Federal de Investigación (FBI).
Los hackers logran acceder sin permiso a reuniones digitales de empresas, centros educativos o incluso estamentos gubernamentales, y, además de violar la privacidad de los participantes y acceder a la información que se está tratando, en algunos casos las interrumpen con lenguaje obsceno e incluso amenazas.
«El FBI ha recibido múltiples alertas de conferencias que han sido interrumpidas con imágenes pornográficas o que incitan al odio, así como amenazas», indicó en un comunicado la División de Boston de la Policía federal estadounidense.
El fenómeno ha sido bautizado como «Zoom-bombing«, en referencia a la plataforma de teleconferencias Zoom, una de las más populares estos días para reuniones y clases a distancia.
El FBI citó dos ejemplos concretos ocurridos en los últimos días, ambos en la zona de Boston y ambos relativos al mundo educativo, en el que prácticamente todas las clases del país han sido suspendidas y en muchos casos sustituidas por lecciones online.
En el primero de los casos, un maestro se encontraba dando clase a sus alumnos de instituto a través de Zoom cuando un individuo se unió a la conferencia sin haber sido invitado, profirió un insulto y anunció a gritos la dirección postal del maestro.
En el otro caso, otro individuo se unió a una clase digital y mostró a través de la cámara tatuajes de simbología nacionalsocialista como esvásticas.
Una de las razones que explica el rápido crecimiento de Zoom frente a otras alternativas del mercado como Skype, Google Hangouts o Facebook Messenger es precisamente su fuerte penetración en el mundo educativo, que ya era significativa incluso antes de que comenzase la pandemia y las órdenes de confinamiento en todo el mundo.
Las acciones de Zoom, que tiene su sede en San José (California, EE.UU.), han disparado su valor en la bolsa de Nueva York en las últimas semanas, pero en los últimos días han empezado a surgir dudas acerca de su seguridad y de si realmente ofrece a los usuarios los estándares de privacidad que dice ofrecer.
A raíz de esto, el lunes se conoció que la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, ha abierto una investigación contra la compañía precisamente para determinar el grado de protección de datos que presta a los internautas.
Por su parte, el FBI emitió una serie de recomendaciones para quienes estén participando en teleconferencias durante estos días.
La primera es elegir siempre la opción de «encuentro privado» en Zoom, que requiere una contraseña a quienes quieran participar en él y nunca -salvo que así se desee por algún motivo específico- la de «encuentro público».
La policía federal también alertó de que no se deben compartir los enlaces a las teleconferencias en las redes sociales, sino que se deben enviar de forma privada a los participantes, y aconsejó a los organizadores de las reuniones que elijan la opción de que sólo ellos pueden compartir la pantalla.
Además, es recomendable que todos los participantes en la conferencia estén usando la versión más actualizada del software (la última es de enero de este año). EFE News